lunes, 14 de abril de 2008

crónica

POPAYÀN, ENTRE LA RELIGION Y EL DIABLO.

La semana santa es un periodo de reflexión, meditación, cambios, perdón, fe, dolor y esperanza, donde asistimos a la iglesia, oramos, escuchamos misa, rezamos, y pedimos perdón por nuestros pecados y agradecemos a Dios por haber enviado a su hijo Jesús a salvar a los humanos del pecado mortal, pero todos no lo ven de esta manera, bueno, mejor no todos lo tomamos así, con tal importancia, comprensión y humildad, en algunos casos nos dedicamos a salir a tomar, ir a bares, bailar, a irrespetar la palabra y la cultura que se ha tenido por varios siglos, y menospreciar las creencias y actos “prohibidos” en este período de reflexión.

En las noches de la semana santa en Popayán, cauca, mi ciudad natal, la ciudad blanca de Colombia se acostumbra desde hace muchos años a realizar un acto de fe, humildad, honor, reflexión que consiste en cargar imágenes que representan la vida de cristo, el viacrusis, desde su bautizo hasta la crusificción, en este también salen bandas de guerra entonando canciones religiosas, hombres y mujeres cantando y tocando piano, sahumadoras, legisladores, el ejercito, la policía, y personas en los extremos de las calles alumbrando y siguiendo este acto hasta su final, esto dura aproximadamente desde las 7:00pm, hasta casi las 1:30 de la madrugada. Las personas que asisten a este acto religioso y significativo demuestran el interés, fe, amor que acata este suceso, en sus miradas se puede observar el sufrimiento y el arrepentimiento de lo que sucedió siglos atrás.

Aunque muchos también manifiestan este periodo de “reflexión” de diferentes maneras, emborrachándose, saliendo a bailar, tomar, excederse en su comportamiento, violando el respeto y las creencias, el dolor y sufrimiento de Jesucristo, y la fe de los creyentes, mientras se desarrollan estas actividades religiosas ell@s se dedican a otras cosas, sin importarles nada, se reúnen en sus casa, salen en carros, motos, beben cerveza aguardiente, ron etc., se drogan y dejan un comportamiento indeseable.

Aunque ¡claro!, como todo… gente que va, con sus amigos, observan la procesión, disfrutan de este acto religioso y luego se dirigen a bares, rumbean, toman etc. u otros se van a sus casas a descansar.

Es curioso observar los diferentes comportamientos y estereotipos de personas que se observan, por supuesto incluida la mía, la de mi mamá, la de mi familia, mis amigos, y los “patojos”, los extranjeros y la gente que viene de otras ciudades, municipios, departamentos, cada uno se comporta según sus creencias, y su corazón, o la rumba, el momento, y el placer.
Es por eso que digo: “Entre la religión y el diablo” la fe, el querer un perdón, la reflexión, comprensión, esperanza, arrepentimiento y… los momentos placenteros, el irrespeto, donde se realiza un acto simbólico pero importante y significativo, en el cual esta incluido como todo el mal: el desobedecer, la envidia, celos, rebeldía grosería, alcohol, drogas y sexo en esta época de recogimiento espiritual.

Cuando la semana finaliza, y se da por terminado los actos de respeto e irreverencia, todo vuelve a su normalidad, quedan pocos, bueno los ciudadanos, las experiencias, las criticas, las observaciones de comportamientos, en lo que se puede mejorar para el siguiente año, por lo menos en este año disminuyó un poco el consumo de alcohol y la rumba de todos los días en las discotecas y bares, ya que en el año pasado hubo un excesivo consumo de estos y mucho desorden e irrespeto hasta llegar al punto de ya no ser: “semana santa” sino: “parranda santa”, lo que lleno de ira, desilusión, rabia y medidas estrictas para disminuir y hacer respetar este acto de fe en nuestra ciudad.

3 comentarios:

Joha dijo...

Ximena el texto es interesante, pero para que se torne más ameno, debes darte cuenta en la redacción y de la ortografía. Por ejemplo crucifixión se escribe así y tú la escribes así crusificción; cuando hablas de Cristo es con mayúscula porque es nombre propio, y cositas así que debes fijarte para que cuando escribas un texto el lector no se aburra.

talentos dijo...

La semana Santa se ha convertido en una semana normal para muchos por que olvidan su significado, pero es interesante saber que aun existen personas devotas.
Semana Santa debe estar en mayúscula

JORGE ARMANDO dijo...

Bien por la intención de la historia que cuentas. Ojo que es un barbarismo gramatical escribir ell@s. El signo de arroba no pone neutro el género, sólo se debe utilizar para digitar un correo electrónico.

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